Sobre mí

Un amigo, Julio Torres, dijo que soy una mezcla de Virginia Woolf y Corín Tellado. Lo que no me aclaró fueron los porcentajes.

Nací en Rosario el 26 de febrero de 1960.
Tengo una hija, tres perras, una gata, un libro editado: "Manual de instrucciones para Recién Separadas" (humor y autoayuda), una novela inédita, otra a medio escribir y varias más en la cabeza. También tengo tierra debajo de la cama y encima de los muebles, y unos cuantos yuyos en el jardín, fruto de mi tendencia a la ensoñación. No bebo, no fumo y llevo una existencia pacífica y espartana en una casa chiquita pero con una vista espectacular. Desde allí contemplo las sierras y la vida, y cuando me inspiro, escribo.
Soy una persona feliz por convicción; ser infeliz sería una ingratitud, porque la vida me ha dado y me da mucho.
Amo sin estridencias pero con lealtad a mi familia, mis amigos y lo que hago. Y sumo, siempre sumo: afectos, experiencias, enseñanzas, que multiplican la capacidad de mi corazón y de mi cerebro para recibir cada vez más.
Quisiera alcanzar la sabiduría del que escucha sin juzgar, entrega sin medir lo que recibe a cambio y enseña sin mezquindad todo lo que sabe.

Cuando sueño despierta, sueño a lo grande, pero cuando trabajo, trabajo en serio.
Me gano la vida como correctora de textos independiente, profesión que casi nadie entiende: una vez me había sentado en el jardín con un original para corregir, el lápiz, la goma, y las neuronas agotadas (era una corrección difícil), y la vecina de enfrente, que había salido a sacudir el felpudo, me dijo: “¡Qué vida la tuya, todo el día leyendo!”
Corregir libros ajenos es una tarea delicada que requiere, además de conocimientos técnicos, intuición y tacto para no herir o avasallar al autor. Modestia aparte, tengo las tres cosas sin necesidad de colgarme un título al cuello para que todos lo vean. Los autores cuyos libros corregí pueden dar fe de que es así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me interesa tu opinión; es la mejor manera de saber que alguien me lee...